viernes, 7 de julio de 2017

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 84 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de Coumbus)........2



Empezó a levantar el techo de varas largas sobre las columnas y a ponerle la palma que estaba amontonada a un lado de varios postes, cosa que hizo en un rato, porque los nativos se la iban alcanzando. 
Ahora faltaba mojar la arcilla y mezclarla con las fuertes fibras vegetales para echarla luego entre los palos verticales y horizontales, y levantar así  las paredes.
Cajamarca les enseñó esto, explicándoles con su trabajo, con gestos y algunas palabras conocidas. Les indicaba como ponerla en la estructura sin dejar huecos, solo en las ventanitas que eran pequeñas y altas,  y por las que difícilmente entraba la luz.
Llegando la noche, Cajamarca entró allí con Millaray, encendiendo un fuego que espantaba los bichos nocturnos y otros animales a los que se les ocurriera acercarse con ganas de quedarse allí.
La tribu se miraba medio boba, señalando extrañados a los jóvenes de las estrellas, pretendiendo decir algo para lo que todavía no tenían palabras.
……………Un dia Millaray fue a donde vivía Caragabi y le preguntó “Gran dios creador de diluvios y creador de la vida, sabe usted donde queda la montaña brillante?”. Caragabi se sorprendió, abriendo mas los ojos, poniéndose de pie en un salto, diciendo “Por què me pregunta eso? Que sabe usted de la montaña brillante?. Esas son cosas secretas que pocos debe conocer en éstos tiempos. Pero debo decirle que después del diluvio que hemos vivido, será mas fácil encontrar esa montaña. Sin embargo no es el tiempo para eso……. Si están interesados,  tendrán que vivir muchas aventuras en Columbus. De modo que no se afanen y vayan con paciencia y sin rendirse” le contestó Caragabi mirándola sospechoso.

 .  .  .Millaray y Cajamarca pasaron mucho tiempo con los Emberá-Catíos a los que enseñaron a trabajar la tierra y a sembrar distintas semillas, esperando el tiempo y la lluvia para que dieran fruto.
Millaray enseñó a tejer vestidos, cobijas, hamacas y otras cosas  a las mujeres,  a las niñas y también a los hombres. Pasaban días enteros aplicados en su aprendizaje. Les indicaba como hacer las cobijas con fibras de algodón encontradas entre las malezas. Les enseñó a hacer ruanas y vestidos con lana de cabras y también con plumas de los pájaros, mientras Cajamarca los instruyó en el conocimiento  del oro, los diamantes y las esmeraldas……. En aquella región había mucho de eso, casi en todas partes por donde iban.
 Pasaba los días inventando hornos de barro, donde fundían el oro entre un calor infernal que no dejaban acabar, porque era difícil ponerlo de nuevo  a las altas temperaturas para éstos oficios.
El pueblo traía oro como arena, en las ollas gigantes de barro




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