jueves, 28 de marzo de 2019

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 139 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de columbus)......2




Los Motilones habían creado una cuerda hecha con pelos añadidos de animales de toda clase haciéndola subir hasta el séptimo cielo, donde estaba el Sol y donde vivía Sabaseba. Sabìan bien que habían siete cielos pero que debían llegar al mas alto, luminoso y maravilloso para encontrarlo.
Danzarìan mucho esa noche, Lo invocarìan incansables y cuando la cuerda, que en el momento era invisible, fuera iluminándose hasta hacerse incandescente, serìa la señal que pronto llegaría Sabaseba y la alegría sería infinita. La dicha se asentarìa en el pueblo y todos se sentirían felices junto a su dios que los visitaba ahora muy seguido.
Mientras muchos hacìan las fogatas encendiéndolas y manteniéndolas vivas, el resto de pueblo se acercò a los visitantes diciendo entre el barullo que no dejaba oir  “Princesa Zulia que dicha verla. Como hizo para que le nacieran alas tan grandes y tan lindas?”. “Ese pájaro gigante que nos acompaña, de donde ha venido?”. Y Cajamarca hablando duro, como tocaba en ese ambiente sordo, respondió “Es el Còndor de los Andes, un pàjarao venido de las estrellas. Viaja por Columbus llevando en sus espaldas a la princesa Millaray que ven a mi lado cargando en sus brazos al poderoso Tunjo que todo lo puede y que va dentro de las ruanas……. muy calientico. Va también el pájaro de mil colores, rayo de luna que con su magia y la del tunjo, le dieron las alas a la joven Zulia”.
No terminaba de hablar cuando otro gritò con enorme vozarròn “Hola, valiente guerrero Guaymaral, cuanto tiempo sin verlo. Hacìa mucho que no nos visitaba, pero ahora nos alegramos con su presencia” “Gracias, gracias, amigos Motilones. Estoy contento de verlos y ser testigo de sus ritos”. Y otro grito confundido de un indio en la muchedumbre preguntò “Cual es el tunjo que todo lo puede?. Quiero conocerlo……………….” De ese modo se saludaron con los visitantes y conocieron lo que pasaba, mientras estuvieron en las chozas. Al poco tiempo iniciaron la danza alrededor de las fogatas, invocando con grandes exclamaciones a su dios Sabaseba que seguro, pronto estaría entre ellos.








viernes, 15 de marzo de 2019

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 138 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de Columbus)........2



Se escucharon fuertes berridos en el bosque como si estuvieran estrangulando a uno. 
En una carrera endemoniada, una criatura alta, de piel roja, ojos de fuego, cola de caimán, cachos largos y puntudos, cruzò entre el pueblo,  ahogado en sus propios gritos, en su misma  pena. Era Daviddu, temible espíritu dueño de la noche, las enfermedades y la muerte y que ante la invocación que el pueblo hacìa a su dios, no resistió, sintiendo que se quemaba y se disolvía en cenizas. Prefirió salir del pueblo, huyendo frente las fuerzas del bien, antes que lo destruyeran. Como cruzò entre la gente queriendo matar a algunos indios que habían recibido sus favores y que eran tan desagradecidos, se elevò iracundo envuelto en llamas cayendo entre la gente en su brutal venganza,  desapareciendo en el viento y nubes negras que lo envolvieron en la huida. “Pueblo ingrato, tanto que les ayude a conseguir y ahora me hacen huir llamando a su dios que odio con mi sangre y mi pensamiento” gritaba Daviddu con horrible voz, lejos del pueblo. “Nunca me volverán a tener, malditos indios malacara” se alcanzaba a escuchar en el viento.
Entonces el pueblo se puso feliz, comprendieron que todo mal había salido de sus tierras. Tranquilos se comieron sus piñas adorando al dios creador.
Pero como las ceremonias no terminaban ahì, muchos indios fueron al bosque a traer leña. Encenderían siete fogatas alrededor de las que danzarìan los hombres, las mujeres y niños, acompañados de tamboras, flautas, y cuernos. Invocarían a su otro dios, Sabaseba, que les habìa dado la luz. Este dios les formó la tierra para que vivieran bien.






jueves, 28 de febrero de 2019

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 137 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de Columbus)......2



El cacique Ñatubay estaba feìz con aquella visita. No se iba de su lado porque estar junto a ellos, lo hacìa sentir en magia de estrellas.
De pronto los espacios entre las chozas estuvieron invadidos por una multitud que buscaba las piñas para comer y adorar a su dios Saymaydodjira. Los indígenas se fueron en tropel buscando aquellas frutas que en poco tiempo desaparecieron.
Los Motilones se arrodillaban para comer la piña consagrada.
En poco tiempo  el anciano sacerdote, de larga bata de colores, aretes, nariguera de oro, y diadema de plumas de águilas y buhos,  se encaramò en una roca, a un lado del pueblo diciendo “Callad, callad un momento pueblo trabajador, obediente y guerrero. Invoquemos el santo nombre de nuestro creador Saymadodjira a quien le debemos la vida y el conocimiento. Te suplicamos poderoso creador, que no nos desampares, que nos bendigas siempre, y que en èste pueblo nunca falte nada” y la gente repetía “Ho,ho,ho,ho venerado dios Saymaydodjira protèjenos de todos los peligros y saca cualquier mal que haya en èste pueblo. Hazlo por favor, hacedlo ya”.
Ante semejante pedido, ocurrió el asombro.
Se escucharon fuertes berridos en el bosque como si estuvieran estrangulando a alguien. En una carrera endemoniada, una criatura alta, de piel roja, ojos de fuego, cola de caimán, cachos largos y puntudos, cruzò entre el pueblo,  ahogado en sus propios gritos, en su misma  pena. Era Daviddu, temible espíritu dueño de la noche, las enfermedades y la muerte y que ante la invocación que el pueblo hacìa a su dios, no resistió quedarse ahì, sintiendo que se quemaba y se disolvía en cenizas. Prefirió salir del pueblo, huyendo frente las fuerzas del bien, antes que lo destruyeran totalmente. 





sábado, 9 de febrero de 2019

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 136 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de columbus).......2




Asì pasaron las horas hasta que fue anocheciendo.
Mas o menos a las ocho de la noche terminarìan las ceremonias y entonces el pueblo saldría para invocar a su dios creador Saymaydodjira y luego esperarìan la llegada de su dios Sabaseba, creador de la luz y de la vida y organizador del universo.  Sabaseba bajarìa del cielo por una cuerda de pelos de animales que los Motilones habían añadido y elevado al cielo para estar en continua comunicación con èl.
No fue mucho lo que tuvieron que esperar los visitantes  junto al cacique Ñatubay y a los indios guardianes del pueblo.
 A las ocho salieron los aborígenes de las chozas habiendo terminado los ritos. Se les veia cansados, hambrientos y ojihundidos por la dedicación puesta a la comunicación con el universo.
Los  viajeros del còndor, se habían entretenido varias horas, mirando volar a la princesa Zulia que estaba encantada con sus alas, sintiéndose semejante a una diosa y semejante también al mas bello pájaro de la tierra. Volò mucho sobre el poblado y por encima del bosque cercano mientras el Tunjo la acompañaba yendo a su lado, porque aquella criatura tenía la facultad de elevarse en el aire y de ir por el espacio como quisiera, sin necesidad de alas.
Aparte de eso, el còndor también acompañò en sus acrobacias, a Zulia. Le pareció mal quedarse en tierra cuando podía ir junto a  ella enseñándole las tècnicas de vuelo que eran muchas y de gran delicadeza. Y para redondear aquel paseo en la tarde que ya iba terminando, también el pàjaro de mil colores iba allì, orgulloso de haberle dado las alas a la princesa, cosa que hicieron junto con el Tunjo que se las había prometido desde hacìa setecientos años……. y por fin había cumplido.
El cacique Ñatubay estaba feìz con aquella visita tan  interesante. No se iba de su lado porque estar junto a aquellos personajes lo hacìa sentir dentro de una magia difícil de explicar.




martes, 29 de enero de 2019

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 135 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de Columbus).....2




Entonces cogió dos piñas mas grandes y cortàndolas hizo salir de ellas a otro Motilòn, a su mujer y a dos niños que eran sus hijos. De ese modo empezó la creación del gènero humano hace miles de años, y esa es la razón por la que que alabaremos a nuestro creador, comiendo mucha piña e invocándolo para que multiplique y haga poderosa a nuestra raza” terminò diciendo Ñatubay.
“Es increíble que èste pueblo haya sido creado al partir de las piñas. Debe ser que el jugo de èstas frutas tiene poderes desconocidos” dijo Cajamarca con ganas de traer una, mirarla cuidadoso, a ver que descubrìa. “Comerè muchas piñas porque presiento que me daràn fuerzas y mucho aliento para las cosas que tengo que hacer” dijo Millaray dejando al tunjo encima del pasto, al lado del tallo de un alto árbol que les daba sombra y frescura.
Ya los cargadores se habían ido por mas carga de piña, y Guaymaral quitándole a su guayuco una costra de barro que se le había pegado a un lado de la cadera y acercándose a Ñatubay, le dijo recogiendo una pluma roja caída de la diadema del cacique y entregàndosela respetuoso “Viviendo cerca de ustedes tanto tiempo, y no conocía la historia de la creación de su pueblo. Pasan cosas realmente increíbles al pie de nosotros y no las conocemos”. Entonces Ñatubay invitò a sus nuevos amigos al montòn de piñas donde cada uno cogió una o dos y partiéndolas encima de las piedras comìan su carne que era puro y dulce jugo.
Allì estuvieron un rato sin hablar, solo concentrados en comer la fruta, hasta que Ñatubay los invitò tambièn a los bohíos para que miraran los ritos que el pueblo hacìa. El rito “del canto y fiesta de las flechas” y el otro, del “El exorcismo a los bohíos”. Eran rituales casi silenciosos dentro de las oscuras chozas, y aunque los Motilones reconocían al guerrero Guaymaral y a la princesa Zulia y se sorprendìan vièndola con las alas tan grandes que ahora tenía, no salìan de los bohíos porque el rito era lo mas importante y sagrado para ellos en aquel dia.
Asì pasaron las horas hasta que fue anocheciendo.






lunes, 14 de enero de 2019

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 134 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de Columbus)........2



……….A unos ochenta metros, vieron a doce indios cargados con costales de fibra de maguey, trayendo piñas de un cultivo lejano y que servirían para rendirle homenaje al dios o ser supremo Saymaydodjira, creador de la humanidad Motilona desde hacìa miles de años.
Ya tenìan un enorme montòn a un lado de los àrboles cercanos al caserìo y traerían mas, hasta que no quedara ni una en los montes donde las sembraban. Como los visitantes los miraban sin quitarles la vista, preguntándose que significaba aquello, Ñatubay explicó “Lo que pasa, nobles visitantes es que cuando terminen los dos ritos que el pueblo està haciendo, cosa que será por la noche, todos comeremos mucha piña, invocando a la vez a nuestro Dios creador Saymaydodjira para que no nos desampare y estè siempre con nosotros”. Y siguió diciendo “En el principio del tiempo, cuando todavía no habían Motilones, Saymaydodjira llegó a èstas tierras en un carro redondo de intensa luz, como una estrella, y con un machete muy cortante en su mano derecha”.
“Bajàndose del carro, le llamaron la atención las piñas de èstas tierras y cortando una por la mitad, hizo salir de ella al primer hombre Motilòn que no decía ni una palabra, ni exalaba una queja aunque los bichos llegaban a picarlo a causa de su carne tan fresca, pero que miraba todo con gran curiosidad. Cortò otra segunda piña, también por la mitad haciendo salir de ella a la primera mujer Motilona que se quedó asombrada mirando dichosa al motilòn salido de la primera piña pensando, “Este hombre será mio”.
“Hombre y mujer, seguía diciendo el cacique Ñatubay, mantenían la mayor parte del tiempo con sus cabezas inclinadas no queriendo mirar a su creador que al final les dijo “No es bueno que ustedes dos estèn solos. Necesitan a alguien mas que les haga compañía y que les alegre los días”.
Entonces cogió dos piñas mas grandes y cortànndolas hizo salir de ellas a otro Motilòn, a su mujer y a dos niños que eran sus hijos. De ese modo empezó la creación del gènero humano hace miles de años, y esa es la razón por la que que alabaremos a nuesro creador, comiendo mucha piña e invocándolo para que multiplique y haga poderosa a nuestra raza” terminò diciendo Ñatubay.




miércoles, 2 de enero de 2019

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 133 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de columbus)....2




Fuè ese pájaro el que me hizo nacer las alas que tengo ahora, usando encantamientos desconocidos y cosas asombrosas. Como le digo, es un espíritu poderoso que aparece y desaparece mágicamente y està ayudando a la princesa Millaray y al cacique Ibaguè a encontrar a la hija de la diosa Inhimpitu de los arawak en la Guajira. Esa niña vive en la montaña brillante pero debe pasar algún tiempo antes de poder encontrarla para que le dè a Millaray el diamante del poder que la convertirá en diosa de los dioses”.
Ñatubay no comprendió bien el largo relato de Zulia pero acercándose al còndor, viò como bajaba a tierra con sus alas, a los jóvenes visitantes que se acercaron a saludar inmediatamente al cacique.
Guaymaral le dijo “Es un honor, cacique Ñatubay,  venir a su pueblo, estando ustedes en el canto y fiesta de las flechas, y en el exorcismo a los bohíos. Hacìa mucho tiempo había querido venir y como se presentò èsta ocasión de llegar volando en el cóndor, no quise desperdiciarla y porque querìa ver como usaba sus alas mi bella princesa Zulia a la que debía acompañar. Quiero también presentarle a mis amigos, La princesa Millaray y el cacique Cajamarca, que nos han invitado porque quieren hablar con el gran Chamàn de su pueblo, o con sus dioses para que les revelen un secreto que andan buscando desde hace tiempos” terminò diciendo Guaymaral.
Entonces Ñatubay mirò intenso a los jóvenes visitantes intentando descubrir secretos en sus ojos. “Estoy gustoso que estèn en mis tierras. Tener la visita de gente tan importante me hace feliz, pero tendremos que esperar hasta la noche cuando terminen los ritos y cuando aparezca nustro dios Sabaseba que bajarà por una cuerda desde el cielo, para bendecir los que hacemos hoy”
……….A unos ochenta metros, vieron a doce indios cargados con costales de fibra de maguey, trayendo piñas de un cultivo lejano y que servirían para rendirle homenaje al dios o ser supremo Saymaydodjira, creador de la humanidad Motilona desde hacìa miles de años.