……….Y
un día apenas amaneciendo llamó al pájaro dominejo ordenándole. “Vaya dominejo,
vuele por el mundo de nosotros y busque
donde es que nace el agua porque yo no
aguanto mas ésta sequedad tan rara. Vuele, vuele mucho, investigue donde está
el agua. Eso le ordeno” terminó de decirle al dominejo que sin esperar, se fue
por encima de los árboles, metiéndose luego en la selva, atisbando entre las
rocas, en los valles, en las montañas y en los desiertos pero no encontraba
nada de nada.
Voló
muchos días en su cansancio de alas y plumas desgarradas, preguntándole a los animales, a las piedras, a
los troncos si sabían donde estaba el agua tan hábilmente escondida, pero
ninguno acertaba a responderle
porque no lo sabìan.
Voló
el dominejo muchos meses de una parte a otra, según le decían, devolviéndose, yendo
otra vez, buscando nuevos caminos, explorando en la maraña, hasta que una
mañana escuchó un ruido desconocido y como ondeante y lìquido debajo de una
roca y pensó “Que será ese ruido tan extraño que escucho, voy a mirar a ver que
es” y se fue en vuelo acelerado hasta allá, evitando ramas, hojas, tallos que
se le atravesaban en su ansiedad, encontrando finalmente a una mujer desnuda bañándose con mucha, mucha
agua cristalina, transparente y pura, según entendió después.
Era
la diosa Getzera que ocultaba semejante riqueza líquida, taponando la entrada a
la cueva con una inmensa roca que solo ella podía mover con su potente deseo y
su pensamiento inigualable en aquellos contornos misteriosos.
Allí
se formaba una especie de océano detenido entre las rocas…….. y dentro de él,
millones de peces nadaban felices, muy libres, hasta que Getzera los pescaba y
se los comía porque solo de ellos se alimentaba.
El
dominejo, sorprendido y feliz de haber conocido el agua, regresó entonces a la
peña donde estaba sentado Caragabi al que le dijo sin saludar “gran dios
Caragabi. Ya encontré el agua. La diosa Getzera la tiene escondida y no se la da
a nadie, porque piensa que es lo mas precioso que hay en la tierra y no es para
irla regalando tan fácil a cualquiera”. “Pues eso lo veremos. Vamos a ver quien
gana esta guerra de agua y creaciòn. Donde queda la cueva donde Getzera guarda el
agua?” le preguntó Caragabi, muy disgustado, al pájaro mosca. “Queda a varios días de vuelo
desde aquí, pero no se afane gran dios, que yo lo
guiaré hasta allá.” “Claro que iré porque sin el agua no se puede crear a la
humanidad que quiero poner aquí, en èstas selvas........... Sin ella no se puede vivir”, contestó el muy enfadado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario