domingo, 16 de abril de 2017

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 73 (La desconocida y fantàstica historia de los pueblos indìgenas de Columbus).........2



……….Y un día apenas amaneciendo llamó al pájaro dominejo ordenándole. “Vaya dominejo, vuele por el mundo de nosotros  y busque donde es que  nace el agua porque yo no aguanto mas ésta sequedad tan rara. Vuele, vuele mucho, investigue donde está el agua. Eso le ordeno” terminó de decirle al dominejo que sin esperar, se fue por encima de los árboles, metiéndose luego en la selva, atisbando entre las rocas, en los valles, en las montañas y en los desiertos pero no encontraba nada de nada.
Voló muchos días en su cansancio de alas y plumas desgarradas,  preguntándole a los animales, a las piedras, a los troncos si sabían donde estaba el agua tan hábilmente escondida, pero ninguno acertaba a responderle  porque  no lo sabìan.
Voló el dominejo muchos meses de una parte a otra, según le decían, devolviéndose, yendo otra vez, buscando nuevos caminos, explorando en la maraña, hasta que una mañana escuchó un ruido desconocido y como ondeante y lìquido debajo de una roca y pensó “Que será ese ruido tan extraño que escucho, voy a mirar a ver que es” y se fue en vuelo acelerado hasta allá, evitando ramas, hojas, tallos que se le atravesaban en su ansiedad, encontrando finalmente  a una mujer desnuda bañándose con mucha, mucha agua cristalina, transparente y pura, según entendió después.
Era la diosa Getzera que ocultaba semejante riqueza líquida, taponando la entrada a la cueva con una inmensa roca que solo ella podía mover con su potente deseo y su pensamiento inigualable en aquellos contornos misteriosos.
Allí se formaba una especie de océano detenido entre las rocas…….. y dentro de él, millones de peces nadaban felices, muy libres, hasta que Getzera los pescaba y se los comía porque solo de ellos se alimentaba.
El dominejo, sorprendido y feliz de haber conocido el agua, regresó entonces a la peña donde estaba sentado Caragabi al que le dijo sin saludar “gran dios Caragabi. Ya encontré el agua. La diosa Getzera la tiene escondida y no se la da a nadie, porque piensa que es lo mas precioso que hay en la tierra y no es para irla regalando tan fácil a cualquiera”. “Pues eso lo veremos. Vamos a ver quien gana esta guerra de agua y creaciòn.  Donde queda la cueva donde Getzera guarda el agua?” le preguntó Caragabi, muy disgustado,  al pájaro mosca. “Queda a varios días de vuelo  desde  aquí, pero no se afane gran dios, que yo lo guiaré hasta allá.” “Claro que iré porque sin el agua no se puede crear a la humanidad que quiero poner aquí, en èstas selvas........... Sin ella no se  puede vivir”, contestó el muy enfadado.






No hay comentarios:

Publicar un comentario