viernes, 22 de julio de 2016

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 40 (La desconocida y fantàstica historia de los pueblos indìgenas de Columbus....... 2



Cajamarca y Millaray no supieron responder, pero corriendo y cogiéndose de las manos, fueron detrás de Are hasta la orilla del rio, donde el dios se sentó mirando el agua un rato, contemplando las extensiones de tierra, desérticas de hombres y mujeres, agachando la cabeza en largos pensamientos.
Entonces estiró el brazo y poniendo la mano encima del barro que había a su lado, formó dos peloticas que distraídamente arrojó en la espuma del rio, diciendo “Ordeno que dos seres humanos, hombre y mujer, nazcan de las pelotitas de ese barro que he puesto en la espuma” dijo Are sin apartar la mirada de las pompas del agua, que a cada momento eran mas grandes y que inexplicablemente se llenaban de colores.
Inmediatamente, de las dos peloticas, nacieron dos criaturas que crecían y crecían bajo el influjo del dios, hasta que finalmente aparecieron un hombre y una mujer desnudos, cogidos de las manos.

 Are se levantó entonces diciendo “Tu nombre será Fura y serás la mas bella y femenina de todas las mujeres Muzos” le dijo Are a la mujer, contemplándola, acercándose a ella para examinarla de arriba abajo porque le había gustado su obra. “Y tu nombre será Tena” le dijo al hombre levantado en sus musculosas piernas. “Tu serás el compañero de la mujer que he creado. La cuidarás como se cuida a un tesoro, tendrás centenares de hijos con ella y lo mas importante, le serás fiel en todo tiempo” siguió diciéndoles Are, mientras Cajamarca y Millaray no perdían palabra. “Serán siempre jóvenes y fuertes. No tendrán dolores ni enfermedades, y nunca morirán. Pero si alguno de los dos le es infiel al otro, entonces sentirán dolor, se enfermarán, envejecerán y finalmente morirán. Los he creado porque deben ser los padres de la humanidad Muzo, que vivirán en éstas tierras poblándolas y extendiéndolas hasta los límites que yo les daré. Seré su único dios al que obedecerán y adorarán siempre. Estaré a su lado enseñándoles a trabajar la tierra, a fabricar los vestidos con los que se cubrirán. Les enseñaré a defenderse de los animales salvajes y de los enemigos que querrán robarlos y matarlos. Aprenderán a fabricar vasijas y a tener el fuego para que cocinen sus comidas y para que se calienten en las noches y cuando haga mucho frio. Todo eso les enseñaré y mientras tanto ustedes le darán vida a la humanidad Muzo. Atenderán a muchas criaturas hasta que crezcan para que ellos a su vez les ayuden a poblar éstas tierras. Cada hombre Muzo tendrá una parcela que trabajará con el sudor de su frente, y vivirá con una compañera que le ayudará en todo y con la que tendrán muchos hijos, poblando éstas tierras”.




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