viernes, 31 de julio de 2015

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 97 (La desconocida y fantàstica historia de los pueblos indìgenas de Columbus)



Entonces Ñatubay mirò intenso a los jóvenes visitantes pretendiendo descubrir secretos en sus ojos. “Estoy gustoso de que estèn en mis tierras. Tener la visita de gente tan importante me hace sentir feliz, pero tendremos que esperar hasta la noche cuando terminen los ritos y cuando aparezca nustro dios Sabaseba que bajarà por una cuerda desde el cielo, para bendecir los que hacemos hoy”
A unos ochenta metros, vieron a doce indios cargados con costales de fibra de maguey, trayendo piñas de un cultivo lejano y que servirían para rendirle homenaje al dios o ser supremo Saymaydodjira, creador de la humanidad Motilona desde hacìa miles de años.
Ya tenìan un enorme montòn a un lado de los àrboles cercanos al caserìo y traerían mas, hasta que no quedara ni una en los montes donde las sembraban. Como los visitantes los miraban sin quitarles la vista, preguntándose que significaba aquello, Ñatubay explicó “Lo que pasa, nobles visitantes es que cuando terminen los dos ritos que el pueblo està haciendo, cosa que será por la noche, todos comeremos mucha piña, invocando a la vez a nuestro Dios creador Saymaydodjira para que no nos desampare y estè siempre con nosotros. En el principio del tiempo, cuando todavía no habían Motilones, Saymaydodjira llegó a èstas tierras en un carro redondo de intensa luz, como una estrella, y con un machete muy cortante en su mano derecha.
Bajàndose del carro, le llamaron la atención las piñas de èstas tierras y cortando una por la mitad, hizo salir de ella al primer hombre Motilòn que no decía ni una palabra, ni exalaba una queja, pero que miraba todo con gran curiosidad. Cortò otra segunda piña, también por la mitad haciendo salir de ella a la primera mujer Motilona que se quedó asombrada mirando dichosa al motilòn salido de la primera piña. Hombre y mujer, seguía diciendo el cacique Ñatubay, mantenían la mayor parte del tiempo con sus cabezas inclinadas no queriendo mirar a su creador que al final les dijo “No es bueno que ustedes dos estèn solos. Necesitan a alguien mas que les haga compañía y que les alegre los días”.
Entonces cogió dos piñas mas grandes y cortànndolas hizo salir de ellas a otro Motilòn, a su mujer y a dos niños que eran sus hijos. De ese modo empezó la creación del gènero humano Motilòn hace miles de años, y esa es la razón por la que que alabaremos a nuesro creador, comiendo mucha piña e invocándolo para que multiplique y haga poderosa a nuestra raza” terminò diciendo Ñatubay.

“Es increíble que èste pueblo haya sido creado al partir de las piñas. Debe ser que el jugo de èstas frutas tiene poderes desconocidos” dijo Cajamarca con ganas de traer una y mirarla cuidadoso. “Comerè muchas piñas porque presiento que me darà fuerzas y mucho aliento para las cosas que tengo que hacer” dijo Millaray dejando al tunjo encima del pasto, al lado del tallo de un alto árbol que les daba sombra y frescura.




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