A quinientos metros
Inhimpitu dijo: “Paremos, voy a poner el diamante en mi frente para percibir al
pájaro”. Se sentó en un tronco apuntando el cetro al norte. El diamante se
iluminó. Entonces la diosa poniéndolo en su frente inclinó la cabeza. Se quedó
así tres minutos diciendo al final. “el cetro me dice que el pájaro de mil
colores está lejos, que lo tiene la
Mojana , una mujer diminuta de cabellos dorados que vive en
una casa de piedra en el fondo de un río” “Entonces que hacemos?” preguntó
Cajamarca. “iremos en el cóndor” respondió Millaray. “Así llegaremos rápido” y
sin decir mas arrancaron a caminar al rancho de Inhimpitu donde debía estar el
buitre.
Buscaban caminos para
no maltratarse entre la maleza. Saltaban obstáculos y reían “La Mojana tiene los pies al
revés, lo de adelante para atrás cosa que confunde a la gente al ver sus huellas
en la arena. Se los tapa con sus largos cabellos para que nadie se los mire. Le
da pena tener los pies asi” contaba Inhimpitu a sus amigos para que supieran
como era la mujer que irían a buscar “Si?” exclamó Cajamarca mirándose a su vez
los pies, que encontró normales. “Se baña todos los días con una totuma de oro,
porque hacer eso le dá poder sobre los hombres y las cosas. Sale a caminar
cuando llueve y para encontrarla hay que reconocer sus huellas” seguía diciendo
Inhimpitu. “Es una mujer peligrosa, se roba a los niños llevándoselos a vivir
debajo del agua. Las familias cercanas evitan que la Mojana rapte a sus niños,
amarrándoles un cordón especial bendecido por los brujos tribales de esos
territorios. Se los amarran en el cuello o en la cintura. De ese modo los protegen
contra cualquier mal deseo y contra cualquier maleficio”.
“Con todo lo que nos
cuenta, diosa Inhimpitu, se da uno cuenta que es una mujer muy rara. Tendrá
muchos niños en el fondo del rio?” le preguntó Millaray. “Dicen que se ha robado
alrededor de doscientos pero nadie ha podido probarlo. Algunos hombres han
bajado al rio para matarla pero desaparece como el humo, semejante a un
fantasma. Otros afirman que se alimenta con la carne de los niños y con los
animales que cría allá” dijo Inhimpitu. “Y por qué tiene ella el pájaro de mil
colores?” preguntó Millaray. “Quizás quiere hacerse mas poderosa. Ella sabe que
teniendo ese pájaro descubrirá los secretos del mundo y de los hombres y lógicamente,
así nadie podrá nada contra ella”. “Y como vamos a hacer para atraparla si no logramos
verla?”, preguntó Cajamarca. “Ya veremos que se hace. Primero tenemos que estar
allá en el rio, cerca de su casa acuática”.
“Claro. Lleguemos al
rancho y encontremos al cóndor, es lo primero que debemos hacer para ir a
buscarla”.
Caminaron dos horas
hasta ver el rancho de Inhimpitu y el humo de la cocina. Aparecieron por una
esquina casi chocando con la india joven que estaba barriendo el patio “Como
les fue, encontraron el pájaro?”, les preguntó la india, sorprendida porque no
los había oído llegar. “No está en el nido pero el cetro del poder nos ha dicho
que lo tiene la Mojana
en el fondo de un rio” “Esa mujer lo tiene?. Y como hizo para conseguirlo?”.
“No se. Quizás se valió de embrujos o de encantos para atraerlo a donde ella
está”. “Si, puede ser. Ahora lo que tienen que hacer es descansar y recuperar fuerzas
para seguir buscándolo. Los veo medio trasnochados”.
Dejaron a la india y caminaron
al rancho donde entraron desgonzándose por el cansancio. Ahí estaban los dos indios y la otra india
comiendo pescado y yuca sancochada. “huy que pena con ustedes, nos cogieron
desayunando” dijo la indígena dejando su totuma en la hornilla y alistando otros
pescados y mas yuca para Inhimpitu, Millaray y Cajamarca. “Esperen les preparo
algo, deben tener hambre”. “Donde estará el cóndor?” preguntó Millaray. “Hace
poco lo vi cerca al rio acostado entre las rocas, recibiendo la brisa”. “Voy a
mirarlo un momento” anunció la joven. “Espera te acompaño” le dijo Cajamarca
corriendo detrás de ella.
Allá estaba el buitre
recibiendo el sol, aleteando en el rio en un juego de movimientos y espumas. Se
sorprendió viendo a Millaray y Cajamarca y por eso aleteó mas fuerte “Huy
princesa es un gusto volver a verla” dijo saliendo del agua, sacudiéndose.
“Hola cóndor es bueno que esté descansado porque mañana nos iremos de viaje”.
“A donde?” preguntó abriendo mas los ojos. “Tenemos que buscar a la Mojana porque ella tiene el
pájaro de mil colores que andamos buscando. “La Mojana ?. Es una mujer
peligrosa”. “Eso dicen todos los pueblos de por aquí, pero tenemos que
encontrarla”. “Bueno pues tocará. Pero ahora déjenme otro rato aquí. Esta agua
está deliciosa”.
Millaray y Cajamarca se
fueron sonriendo hasta el rancho. Se recostaron en las hamacas mientras la
india preparaba los pescados y la yuca.
Ese día descansaron. Por
la tarde fueron largo rato al rio.
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