lunes, 16 de abril de 2018

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 120 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de Columbus)....2




En ese tiempo  Zulia llamò al guerrero pidiéndole que le ayudara a alejar a los enemigos de su tribu. El llegó acompañado de muchos hombres y en pocos días limpiaron esas tierras de enemigos.  Asì fue como la princesa Zulia se quedó con aquel varòn codiciado por las bellas mujeres de esos territorios, por su valor y entereza.
Cuando el Tunjo se dio cuenta que habían llegado al pueblo de La joven Zulia, salió de entre las ruanas entre las que dormía y gritò “Mi bella amiga Zulia, cuantas ganas tenía de volver a verla. He venido a cumplirle la promesa que le hice hace setecientos años. Se acuerda?” y la princesa escuchando que gritaban su nombre se vino corriendo con el pelo suelto, con una corona de oro brillante con el sol, pulseras de oro tintineantes, y un sensual guayuco de puma que la dibujaba en delicia, a ver quien era el que la llamaba.
Viendo a un ave tan inmensa en el centro de su pueblo, se quedó muda junto a su compañero Guaymaral, hasta que Cajamarca y Millaray se pusieron de pie en las espaldas del còndor, levantando al Tunjo al que inmediatamente la princesa Zulia reconoció desde abajo “Mi bello y grande amigo tunjo, por fin se acordò de mi. Doy gracias a las estrellas y al universo entero por haber venido. Sus amigos son bienvenidos tambièn y el pueblo entero los tratarà con grande respeto. Venga Tunjo, venga aquí que quiero tenerlo en mis brazos”.
Entonces el còndor se estremeció escuchando aquella voz dulce, lo mismo que el pájaro de mil colores que bajò revoloteando alrededor de ella, cantàndole lindas melodías mientras Millaray y Cajamarca bajaban del còndor deslizándose por el ala hasta el suelo.
La tribu los rodeò abriéndoles espacio para que su princesa Zulia y su compañero Guaymaral se acercaran a

 recibir a los visitantes. Ahì fue que el Tunjo se levantò de entre las cobijas, y elevándose en el aire hasta 

quedar a nivel del grupo, dijo “Hoy es un dia bello para todos porque encontrarla a usted, hermosa Zulia es 

como encontrar un rico tesoro. Pero antes de que hablemos de nosotros, le presentarè a mis amigos, con los 

que voy a todas partes. Ella, la linda joven que siempre me tiene en sus brazos y me da calor, es la princesa 

Millaray, hija del cacique Ibaguè, jefe del pueblo de los Panches y de buena parte de los Pijaos, que viven en 

el centro de Columbus” con esa presentación, las dos muchachas sonrieron mirándose gustosas para luego 

darse un largo abrazo.






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