viernes, 1 de diciembre de 2017

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 105 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de Columbus)......2




Después el dios y su hijo se tendieron en las esteras, mientras Cajamarca y Millaray escogieron dos hamacas en las que se metieron  estirando los músculos, cerrando los ojos. “Tengo sueño, voy a dormir” dijo el joven.
Entonces el ensueño y la quimera llegaron entre el sopor pegajoso de ese rato.
Dos horas fueron suficientes para reponerse del maltrato.
Estando otra vez despiértos, relajados y ágiles, salieron a la puerta del rancho frente a la que estaban sentados el cacique con sus dos hijos y el brujo Wayúu guardándoles su descanso, esperándoles el despertar para hablar con ellos, muy calmados. “Ya han descansado……” les dijo el cacique poniéndose de pie, acercándose  para preguntar sin darles tiempo ni siquiera de respirar “Entonces ustedes han venido al país de la Guajira a buscar a la diosa Inhimpitu?”. “Si, a eso hemos venido, noble cacique y queremos que ustedes nos ayuden” contestó Millaray mirando muy lejos las luces reflejadas por el mar en el cielo. “Pero como no encontramos el rancho donde vivía, resolvimos venir aquí para ver si ustedes saben algo de ella. Necesitamos verla urgente”. “Realmente no sabemos nada……. Ignoramos donde está. Hay cosas secretas de los dioses que no es permitido conocer” dijo el brujo caminando cerca al cóndor que estaba acurrucado al pie de un barranco recibiendo su sombra. “sin embargo podemos llamar a nuestro creador y dios Maleiwa para ver si él conoce el paradero de la diosa”. “Verdad eso harán?...... Gracias venerable brujo por ayudarnos en esto que es tan importante para nosotros” dijo Ewandama mirando al pueblo mas allá……y que no se acercaba porque lo tenían prohibido en estos casos.
“Maleiwa?” preguntó Millaray  grabándose el nombre del dios “y Quien es el?”. “Es nuestro dios que nos acompaña siempre, caminando incansable por éstas tierras, llamando la lluvia. El creó el mundo y tiene poderes que otros ni siquiera conocen” dijo Nutibara sacudiendo la cabeza, arreglándose la diadema de vistosas plumas, sujetándola firme encima de su cabello. “Tendremos que invocarlo tocando las maracas mágicas junto a tres fogatas. Cuando esté aquí, quizás pueda decirnos donde se encuentra la diosa Inhimpitu”, añadió Anbaibe fumándose un tabaco que le habían traido los Coyaimas desde el país de los Pijaos “De aquí a un rato, cuando anochezca, invocaremos a Maleiwa. Algo importante y bueno nos dirá, de eso estoy seguro” dijo el brujo entrando al rancho para seguir su adoración al universo.






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