viernes, 5 de septiembre de 2014

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 50 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de Columbus).



Pero los hombres no lograban derribar el árbol.
Habían trabajado todo ese dia con su noche, y sin descansar siguieron dando hachazos el dia siguiente y también en la noche de ese día, y al otro día, hasta que finalizando el tercero, el árbol cayó entre sordos ruidos callando a la selva por la extrañeza del sonido, pero no se desplomó del todo porque miles de bejucos y ramas de árboles vecinos lo detenían en la caida.
Caragabi se incomodó, porque si Genene no caía bien, no podría fertilizar el mundo con sus aguas.
Llamó entonces a varios animales para que se encaramaran por las ramas y cortaran los bejucos que le impedían la caida. Debían subir con una fruta en la boca y el que cayera antes de que la fruta tocara el suelo, sería el poderoso bruto que definitivamente tumbaría el árbol.
El primero en subir fue el mico llamado Yerro, que Caminó y saltó entre las ramas examinando los bejucos para ver como los cortaba, pero al lanzarse al suelo después de soltar la fruta que tenía en la boca, no pudo caer primero que ella. Entonces se quedó por ahí arrinconado, con los huesos y los músculos adoloridos por el porrazo, y medio avergonzado delante de Caragabi y de los hombres, que lo miraban en silencio.
Entonces el mono Zria se animó a subir llevando también una fruta en la boca, y cuando estuvo bien arriba la soltó, pretendiendo tocar el suelo antes que ella, pero no pudo porque la fruta cayó rápida partiéndose en el golpe. También se quedó a un lado, callado y escondido junto a Yerro que lo miró entre las ramas sin decirle nada.
Le tocó el turno a la ardilla Chidima, que muy ligera desenredó los bejucos, y al terminar, cayó de un solo golpe con la fruta y con el árbol Genene que contenía el agua de los hombres.
Esas aguas empezaron a brotar entonces del genene, arrastrando con sus ondas a todos los vivientes, menos a Caragabi y a sus diez amigos que se habían subido a una elevada peña para salvarse del torrente.
Un año duró esa inundación, al final de la cual, Caragabi le ordenó a una garza que volara por el mundo a mirar si había quedado algún punto bueno para vivir. Pero la garza no volvió porque se quedó comiendo pescado y mucha cebada que encontró en el agua y en algunas tierras altas encontradas en su vuelo.
Como Caragabi vió que la garza no venía, llamó a un gallinazo ordenándole que volara por encima del mundo a ver donde había un lugar bueno para vivir, pero tampoco esa ave volvió porque se quedó comiendo peces muertos que encontró sobrenadando en las aguas.
Entonces Caragabi, afanado porque no tenía las noticias que necesitaba, le ordenó a un patogujo o pato de monte “Vaya patogujo. Vuele, vuele mucho y mire a ver donde hay un lugar bueno en la tierra para vivir”  y el patogujo se fue veloz pero no volvió porque a corta distancia vio a los peces guacucos que le gustaban mucho y se entretuvo comiéndoselos, olvidando el pedido que le había hecho Caragabi.
Desobedecido el dios por aquellos torpes mensajeros, el cóndor de los Andes les dijo en voz baja a Millaray y Cajamarca “Nosotros deberíamos ir a ver donde hay un buen lugar para vivir en la tierra”. “No, como se te ocurre. Esperemos otro poco porque las cosas no están como para hacer locuras” le respondió Millaray acomodándose mejor en las espaldas del buitre, mientras Cajamarca observaba con atención lo que Caragabi hacía ahora.
Con su gran poder, el dios escupió entonces dos veces en el suelo....................




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