domingo, 18 de noviembre de 2018

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 131 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de Columbus).....2



. “Estàn en la ceremonia del canto o fiesta de las flechas” y bajò mas, mirando como las chozas estaban llenas de aborígenes, entonando cantos rituales,  poniendo finalmente en el centro de las chozas sus flechas y arcos, después de tocar las paredes de barro con ellas a manera de bendición y pedido de protección para sus viviendas. De modo que según los cálculos y por la frescura que Zulia les viò a los Motilones, pensó que pasarìan muchas horas, quizás hasta la noche para que salieran, porque este rito se extendía por catorce horas que no interrumpían momento bajo a hablar con alguno de los que cuidan el pueblo” gritò Zulia extendiendo las alas, bajando en un planeo suave y largo hasta tocar tierra.
Vièndo como una mujer llegaba volando ni para comer ni para beber ni un trago de agua.
“Espèrenme un
con sus propias alas, los pocos nativos que la vieron, se asustaron como si un fantasma de los otros mundos hubiera llegado a su pueblo, pero uno de ellos salió corriendo velòz avisándole al cacique Ñatubay que una rara pero linda mujer había llegado volando como un pájaro y que estaba con los indios guardianes del pueblo preguntàndoles algunas cosas que no era prudente decirle.  De inmediato Ñatubay corrió con el indio mensajero al sitio de reunión, y al ver a la bella muchacha se puso feliz diciendo muy nervioso “Princesa Zulia, princesa Zulia que felicidad volver a verla. Pero como ha hecho para que le nacieran alas y para que viniera volando a mi pueblo?. Solo a una hija de los dioses pueden pasarle èstas cosas y por eso me inclino ante ti, para reverenciarte”. Y diciendo èsto se arrodillò en tierra, agachando la cabeza frente a la joven que se afanò a cogerlo de los brazos ayudándolo a ponerse de pie porque considerò que aquello que hacìa el noble cacique era una especie de humillación y ella no querìa que fuera asì.
Ya de piè sonriò muy nervioso, explicando a Zulia lo que hacìa el pueblo en ese momento “Bella princesa, estamos en las ceremonias del canto o fiesta de las flechas, y en el exorcismo de los bohíos y nadie saldrá de las chozas hasta el cumplimiento de las catorce horas, cuando nuestro dios baje del cielo a visitarnos y a bendecirnos por las ofrendas que también a èl le hacemos en èstas horas. Pero cuénteme, hermosa joven como ha conseguido tener esas alas tan grandes y tan lindas para venir volando hasta aquì






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