viernes, 5 de octubre de 2018

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 128 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de Columbus).......2




Fue mucho rato el que Zulia aprovechò volando. Al final dejó de hacerlo porque le dolieron los músculos de sus espaldas y de sus piernas que debía mantener horizontales. Entonces regresaron al pueblo que los esperaba feliz, asombrado y mudo frente a aquella maravilla misteriosa. Todos agacharon sus cabezas en signo de humildad y obediencia a su princesa.
“Ahora que todo se ha cumplido, según el universo” dijo Millaray acercándose a Zulia “Nos iremos porque debemos cumplir cosas prometidas al señor de las lluvias Juyà, a su esposa Pulowi, diosa de la fertilidad, y a los Wuayù en general. Tenemos que visitar el pueblo de los Motilones que quizás nos digan un secreto buscado por nosotros hace tiempos”. “Se iràn tan rápido?” dijo Zulia como hablando para ella misma. “Ahora que tengo alas y gran alegría, déjenme que los acompañe a donde ustedes van. Los Motilones son mis vecinos y nos respetamos y ayudamos en muchas cosas. Es bueno visitar ese pueblo de guerreros, de gente trabajadora y franca. Y como a ustedes les debo mis alas, quiero estar mas tiempo acompañándolos” dijo Zulia moviendo suave sus alas alistándose a volar. “Pero yo también irè a donde mis amigos los Motilones” dijo Guaymaral. “Dejar sola a Zulia no me parece bien, y aunque tenga que caminar horas, llegarè a ese pueblo para estar con ustedes mas tiempo”. “No tiene que caminar ni esforzarse tanto, guerrero Guaymaral” Dijo Cajamarca envolviendo al Tunjo, que millaray tenía descuidado en sus brazos. “Puede venir con nosotros en el còndor. En sus espaldas hay mucho sitio y usted puede ir allì sin problemas” “Verdad nobles visitantes? Eso serà una experiencia inolvidable. Viajar en las espaldas del còndor será una maravilla”. “Venga, venga con nosotros, amigo Guaymaral” dijo el pájaro de mil colores parándose en las costillas del còndor “Estaremos orgullosos de ir acompañados por el mas bravo guerrero de èstas tierras”. “ Verdad?, entonces espèrenme un momento alisto algunas cosas para llevarles algo a los jefes de ese pueblo” dijo Guaymaral caminando ágil a su grande choza.
No se demorò mucho.
 



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