jueves, 27 de septiembre de 2018

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 127 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de Columbus).....2




Entonces se oyò ùnicamente el rumor de la selva, del viento mientras  Luz de luna iba dándole pètalo por pètalo a la princesa. Ella los saboreaba despacio diciendo “Siento que me elevo y que me transformo en algo que no he sido. Ahorita no comprendo quien soy. Tengo la sensación que voy por los aires en una flotación feliz. Es una fuerte impresiòn de ligereza y libertad a la vez que mi cerebro es uno con el universo”.
Y al terminar de comerse los treinta pètalos, fueron creciendo en sus espaldas dos alas de colores brillantes, luminosos como no los tenía posiblemente ningún pájaro en la tierra. Nadie decía palabra y el dia brillò de modo bello.
En el pueblo había gran paz y sensación de gozo. Nadie sentía hambre, ni sed, ni nada. Un estado de rareza inexplicable, se había asentado en el lugar.
De pronto Zulia moviò las alas, y sin darse cuenta se elevò, volando por encima de su pueblo mientras reia asombrada y dichosa por su nuevo estado. El pueblo reìa y gritaba en embeleso. Saltaban fascinados queriendo volar como Zulia pero se quedaban en el suelo riendo admirados de semejanate maravilla, mientras el pájaro de mil colores y el còndor se fueron tras ella por encima de los àrboles, no fuera que se extraviara en ese vuelo alocado y feliz que llevaba.   
Fue mucho rato el que Zulia aprovechò volando. Al final dejó de hacerlo porque le dolieron los músculos de sus espaldas y de sus piernas que debía mantener horizontales. Entonces regresaron al pueblo que los esperaba feliz, asombrado y mudo frente a aquella maravilla misteriosa. Todos agacharon sus cabezas en signo de humildad y obediencia a su princesa.








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