viernes, 15 de marzo de 2019

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 138 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de Columbus)........2



Se escucharon fuertes berridos en el bosque como si estuvieran estrangulando a uno. 
En una carrera endemoniada, una criatura alta, de piel roja, ojos de fuego, cola de caimán, cachos largos y puntudos, cruzò entre el pueblo,  ahogado en sus propios gritos, en su misma  pena. Era Daviddu, temible espíritu dueño de la noche, las enfermedades y la muerte y que ante la invocación que el pueblo hacìa a su dios, no resistió, sintiendo que se quemaba y se disolvía en cenizas. Prefirió salir del pueblo, huyendo frente las fuerzas del bien, antes que lo destruyeran. Como cruzò entre la gente queriendo matar a algunos indios que habían recibido sus favores y que eran tan desagradecidos, se elevò iracundo envuelto en llamas cayendo entre la gente en su brutal venganza,  desapareciendo en el viento y nubes negras que lo envolvieron en la huida. “Pueblo ingrato, tanto que les ayude a conseguir y ahora me hacen huir llamando a su dios que odio con mi sangre y mi pensamiento” gritaba Daviddu con horrible voz, lejos del pueblo. “Nunca me volverán a tener, malditos indios malacara” se alcanzaba a escuchar en el viento.
Entonces el pueblo se puso feliz, comprendieron que todo mal había salido de sus tierras. Tranquilos se comieron sus piñas adorando al dios creador.
Pero como las ceremonias no terminaban ahì, muchos indios fueron al bosque a traer leña. Encenderían siete fogatas alrededor de las que danzarìan los hombres, las mujeres y niños, acompañados de tamboras, flautas, y cuernos. Invocarían a su otro dios, Sabaseba, que les habìa dado la luz. Este dios les formó la tierra para que vivieran bien.






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